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¡Sueño con Innovar! (Pero luego me despierto y me acuerdo que nuestros procesos son un asco)

Aún cuando el conjunto de técnicas y tecnologías para optimizar y automatizar procesos de negocio abundan en el mercado, y tienen ya muchos años madurando, existe un gran número de organizaciones de todo tipo y tamaño que, sin preocupación alguna, omitieron su implementación. Ya sea por ignorancia, procrastinación corporativa, o de plano por abierta negligencia, el hecho es que los procesos manuales, repetitivos, obsoletos y burocráticos, forman aún parte importante de nuestra realidad.

Y así es que llegamos al final del 2018 deseando la innovación, la transformación digital, las nuevas APPs, la agilidad… con procesos que corren a la velocidad del papel. No es de Dios oiga. Que si le faltó este documento, que si necesitamos tres copias, que si es la ventanilla equivocada, que si Juanito se enfermó y es él quien lo firma, que así es como funciona el sistema, que eso sólo se resuelve en el call center, o en jueves, o antes de las 3. Y no estoy hablando solamente de las instituciones gubernamentales, es increíble lo común que estos escenarios se presentan en la iniciativa privada por igual.

Afortunadamente, si usted pertenece a una de estas instancias en desgracia, le tenemos buenas noticias: ahora es aún más fácil y contamos con más elementos para cambiar esta situación.

1. Captura. Si de plano un documento es 100% indispensable en su proceso y no lo puede eliminar, aproveche su celular y ¡tómele una foto!, o digitalícelo en el punto de entrega y devuélvalo de inmediato. Las herramientas para optimizar estas imágenes, extraer el texto, y movilizar la información son muy accesibles y funcionan en todo tipo de entornos.

2. BPM como servicio. La tecnología para modelar y automatizar procesos de negocio está ahora disponible en la nube como servicio, eliminando la necesidad de contar con infraestructura muy costosa para mantener estos sistemas. Incluso ahora, estos procesos tienen la capacidad de cambiar y adaptarse de acuerdo a las circunstancias.

3. RPA (Robotic Process Automation). La variedad de robots (hablamos de software, no se vaya usted a imaginar a WALL·E) que existen hoy día a nuestro alcance, son capaces de automatizar tareas como el procesamiento de órdenes, de reclamos, de operaciones en los centros de contacto, de solicitudes de tarjetas, de procesar siniestros en las aseguradoras, realizar limpieza de datos… y un largo etcétera. Hay que aprovechar.

4. APIs. Muchas organizaciones exponen funciones y algoritmos (algunos muy elaborados y potenciados por inteligencia artificial para reconocer imágenes, patrones y hasta sentimientos) que son accesibles para los programadores, a fin de ser integrados en sus aplicaciones y páginas para enriquecer sus alcances y características.

5. Biometría. Si el tema de validación de identidad podía imponer algunas restricciones sobre los procesos, hoy es relativamente simple incorporar en sus aplicaciones identificación por medios biométricos, como la huella dactilar, de voz, de firma, el reconocimiento facial, de iris y otros más que se irán sumando como la biometría vascular o de pulso cardiaco.

Si estos 5 recursos no le fueran suficientes, aún puede tomar su proceso actual, mandarlo al cesto de la basura y rediseñarlo desde cero mediante técnicas como TRIZ o Design Thinking, incorporar tecnologías disruptivas como Blockchain, recurrir a la nube y ¡voilá!

Lo importante es no seguir ignorando que mientras sus procesos no cambien, difícilmente la organización lo hará.

Transformación Digital
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